¿El rol subsidiario de la Empresa ?
La empresa actuará donde el Estado parece no hacerlo bien
En los años 90 surgió la idea del rol subsidiario del Estado: actuar en rubros no rentables para la empresa privada. Según lo visto en el CADE 2013, los empresarios parecen decididos a ingresar en sectores en los que el Estado parece flaquear. ¿La empresa privada en socorro del Estado? ¿En qué rubros ocurre este fenómeno?
Ángel Añaños, presidente del Grupo Añaños, recordó que cada persona se hace una imagen de lo que es y lo que puede llegar ser. Esta imagen se forma en la niñez, se modula en el entorno, y se afirma en la escuela. Las aspiraciones personales están limitadas por esa imagen. En el Perú, dijo Añaños, el éxito es penalizado por el entorno. En vez de seguir los ejemplos exitosos se les penaliza con una sombra de duda sobre sus orígenes y causas. Se trata entonces de establecer una educación que tome el reto de cambiar esta imagen que frena a la mayoría de los peruanos.
El grupo de empresarios que en el CADE se ocupó del tema de educación presentó la idea de que falta una mejor gestión en las escuelas, y que había que incentivar el intercambio de puntos de vista sobre un tema, usando las facilidades de la computadora.
Fabiola León Velarde, rectora de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, lamentó que el enfoque sobre la educación haya excluido el tema de la ciencia y la tecnología. No se habló de experimentación ni de laboratorios. Solo de computadoras.
Esta carencia se debe a que la educación es vista como empresa de rentabilidad inmediata. Uno de los expositores señaló que algunos empresarios invierten en una escuela porque es “más rentable que un chifa”. Eso porque son escuelas sin laboratorios, sin profesores conocedores de las ciencias.
A pesar de que los países exitosos empezaron con una educación científica, en la imagen del CADE de Paracas estuvo ausente la ciencia. Ésta no es rentable para los empresarios que miran solo el corto plazo; y el liderazgo del Estado en este sector no se deja sentir.
Ello nos lleva a ratificar que el rol subsidiario del Estado debe tomar con mayor fuerza la educación científica y tecnológica. La empresa privada está dispuesta en invertir en universidades dedicadas al arte, la literatura, el derecho, y en las humanidades en general. El Estado debería cubrir lo que la empresa privada no va a invertir: en la formación de científicos e ingenieros para que el Perú sea capaz de crear nuevos productos y servicios y ponerlos en el mercado internacional.